Los denominados "productos milagro" o "frontera" se caracterizan por exaltar de forma categórica y sin un sustento adecuado, una o varias cualidades terapéuticas, preventivas, curativas, auxiliares o potencializadoras.
Dada la proliferación de los llamados "productos milagro" y su "éxito" basado en el uso de publicidad engañosa, es necesario que los titulares de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios informen sus acciones de control y monitoreo en medios de comunicación, para vigilar y sancionar esta difusión.
Al señalar lo anterior, la diputada priista María Cristina Díaz Salazar indicó que estos productos no tienen el respaldo de alguna investigación científica que avale su eficacia y seguridad, ni que establezca los efectos secundarios y contraindicaciones que su consumo pueda ocasionar, pero más grave aún, sin que se garantice que no existe un riesgo para la salud del consumidor, ya sea en el corto o largo plazos.
Díaz Salazar dijo que los denominados "productos milagro" o "frontera" se caracterizan por exaltar de forma categórica y sin un sustento adecuado, una o varias cualidades terapéuticas, preventivas, curativas, auxiliares o potencializadoras.
Recordó que éstos se anuncian masivamente en diversos medios de comunicación como un tratamiento a diversos problemas o padecimientos: sobrepeso, caída del cabello, celulitis, estrías, arrugas en la piel e incluso se ofrecen como "la solución" a graves problemas como cáncer, diabetes, Alzheimer, problemas cardiovasculares y colesterol, entre otros.
El "éxito" de estos productos, precisó, se basa en el uso de publicidad engañosa que funciona con prácticas que van desde testimonios y recomendaciones de celebridades, supuestos usuarios o aparentes médicos, además del uso de leyendas casi imperceptibles a la vista.
Agregó que frente a la autoridad sanitaria, éstos se presentan como suplementos alimenticios, productos de perfumería y belleza u otras figuras, haciendo, sin embargo, una atribución de propiedades correspondiente a medicamentos.
Díaz Salazar destacó que es indispensable la supervisión de la Secretaría de Salud y que su publicidad sea vigilada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), además de que se retire de los medios de comunicación e Internet anuncios fraudulentos y se emitan las sanciones administrativas correspondientes.
Precisó que el marco normativo actual contempla mecanismos de vigilancia, supervisión y sanciones para los "productos milagro", por lo que es fundamental que dichas dependencias ejerzan a cabalidad sus facultades y obligaciones para evitar este tipo de publicidad engañosa.
Lo anterior, enfatizó, toda vez que además de provocar una competencia desleal con la industria formalmente constituida y en pleno cumplimiento de las disposiciones vigentes, afecta gravemente la salud de los mexicanos.
28 dic 2010
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