29 oct 2010

«Zapatero es como un camarero que te tira el café encima una y otra vez. No es un descuido, es que no sabe» 



Asegura que todo ha sido un golpe de suerte, que no se ha reinventado y que tampoco es el tipo más listo del mundo, por que a él el sistema financiero también le engaña con productos sofisticados que no es capaz de entender. Ingeniero, con estudios de postgrado en Harvard, profesor del IESE, Leopoldo Abadía se ha convertido en una especie de 'Belén Esteban de la economía española': el personaje popular que es capaz de explicar el misterio de los 'CDS' y los 'tranches' que provocaron la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, y que han afectado a la caja de ahorros más pequeña de este país. Abadía, que ha desgranado como nadie una crisis que nació con los créditos a los 'ninja' -'no income, no job, no asets'; o, lo que es lo mismo, a quienes no tenían ingresos ni trabajo ni propiedades-, pronunciará hoy una conferencia en la localidad guipuzcoana de Oñati, invitado por la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea.
- Escribe libros, concede una media de tres entrevistas diarias, escribe artículos semanales, mantiene una página web, un canal de twitter, da conferencias y es invitado habitual en programas de televisión y radio. En el curriculum que me han pasado dice que está jubilado. Yo conozco a centenares de personas en cuyo curriculum figura que están en activo y trabajan la décima parte que usted...
- (Risas) Es verdad, yo estaba jubilado y ayudaba a mis hijos, que tienen una empresa de consultoría. A los 75 años me llegó esto y digamos que ahora estoy retirado de la jubilación. Esto es, de nuevo en activo. Pero no crea que me he reinventado. Qué va. Esto, la fama, llegó por casualidad, sin buscarlo. Ha sido pura suerte.
Cuestión de años
- Entonces, imagino que estará a favor de ampliar la edad de jubilación.
- Pues depende. Para quien trabaja picando piedras, la verdad es que no. Pero para un profesor, como yo, está claro que uno puede trabajar más allá de los 70 años.
- Explíqueme, en eso que ya se conoce como 'el estilo abadía', por qué es necesario ampliar la edad de jubilación.
- Pues mire, porque los europeos hemos decidido no tener hijos y los viejos no nos morimos ni a tiros. Cada vez hay más personas a las que pagar la jubilación y no va a llegar el dinero. Puede llegar el momento en que suceda como cuando uno no tiene dinero, va a la tienda y le dice al tendero eso de 'apúntamelo que te pago otro día'. Se puede aplazar algunos días el pago, pero no se puede estar mucho tiempo así.
Economía doméstica
- Lo de los hijos no va con usted, que ha tenido doce. Su casa era lo más parecido a una 'pyme'.
- Y tengo 40 nietos. Efectivamente, ahora todo el mundo habla de iliquidez, que es no tener dinero para pagar; o de refinanciación, que significa pagar un crédito con otro préstamo. Yo ya era un experto en ambas materias antes de que llegase la crisis.
- No ha dejado títere con cabeza a la hora de narrar las maldades del sistema financiero internacional. ¿Se ha encontrado alguna vez de frente con alguno de los principales banqueros de este país?
- Pues sí, fue en una conferencia. Yo terminaba y subía él.
- Y, ¿qué pasó?
- Pues que no me saludó, pero no le diré quien era.
- Ahora que, imagino, usted tiene ingresos importantes, ¿confía en la entidad financiera que le administra sus ahorros?
- A mí los del banco también me han engañado alguna vez. Estoy esperando a mediados de noviembre para cancelar una operación que me hicieron hace dos años, en un producto del que no entiendo nada. Ya ve, yo también hago las cosas que digo que no hay que hacer.
Ha prestado su imagen para la publicidad de Repsol o Telefónica. Sería un perfecto prescriptor para un banco. ¿Se lo han propuesto?
- Sí. Me lo propuso una agencia de publicidad y les dije que no. Me parecía poco serio que después de haber criticado a todo el sector, yo hiciese publicidad para uno de ellos.
- De sus artículos deduzco que no le gusta nada el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
-Cuando una persona no sabe... Es como un camarero que cuando te va a servir te tira el café encima una y otra vez. No es un descuido, es que no sabe.
- ¿Cuál cree usted que es la solución a la crisis?
- Hemos vivido con mucho engrase. Queríamos comprar un coche y el banco nos prestaba dinero. Lo mismo si queríamos comprar una casa o irnos de vacaciones. Ahora me temo que lo que nos toca es vivir con austeridad.
- ¿Cree que es cierto eso de que los jóvenes de hoy son una generación perdida para el empleo?
- ¿Perdida? En absoluto. A mí ninguno de mis hijos me da pena en ese sentido. Su obligación es buscarse la vida. Si no tienen trabajo, que monten una churrería.

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