Con lo anterior pretenden que los concesionarios y operadores del servicio público puedan obtener ingresos adicionales al anunciar, en la vía pública, diversos productos a través de carteles adheridos a las unidades.
Significaría una gran oportunidad para diversas empresas que quieran promocionar sus artículos o servicios a un costo relativamente bajo. Cada taxi recorre cientos de kilómetros al día.
Pedro Solares Cuevas, presidente de la Confederación de Organizaciones Productivas y de Servicios, organismo afiliado al PRI, expuso lo anterior y dijo que es necesario definir los criterios para la colocación de publicidad en las unidades del servicio.
Algunas autoridades municipales impiden o restringen este tipo de propaganda cuando es de carácter comercial.
"En cambio, tratándose de otro tipo de propaganda política no existen restricciones, lo que puede resultar un contrasentido".
Con claridad, el dirigente de la organización que aglutina a taxistas, comerciantes, aseadores de calzado, ambulantes y choferes, manifestó que en todas las ciudades modernas esa modalidad se permite.
En tanto, en algunas ciudades de diversos estados del país las autoridades imponen trabas, lo cual resulta inexplicable.
Incluso en urbes como Nueva York, Los Ángeles, Distrito Federal, Brasil, Tokio y otras, este tipo de propaganda resulta muy usual y hasta atractiva, siguiendo ciertos lineamientos.
Por eso se promoverá ante las autoridades estatales que se reglamente y se autorice la colocación de propaganda comercial que no perjudica a nadie en lo particular, contrario al caso de los espectaculares que sí distraen a los conductores, y que representarían una nueva fuente de ingresos a los concesionarios.
La colocación de publicidad sería una forma de compensar la falta de utilidades en algunas unidades del servicio público, argumentó Solares. (José Luis Rico)
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