Los diarios españoles perdieron durante el 2009 un total de 34,2 millones de euros, que se unen a los 232,9 millones del 2007 y los 11,9 millones del 2008, lo que convierte este trienio en la peor crisis de la historia, según los datos que figuran en el Libro Blanco de la Prensa Diaria 2011 presentado ayer por la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE).
El principal descenso en sus ingresos se contabilizó en la venta de publicidad, que cayó casi un 23%, al pasar de 1.111 millones de euros en el 2008 a 861 el año pasado. Los ingresos por venta de ejemplares también cayeron, pero solo alrededor del 5%, de 1.245 millones de hace dos años a 1.176 millones del 2009.
A lo largo del segundo semestre del 2010, las cuentas del conjunto de diarios han tendido a equilibrarse, con una caída anual del 3,2% en la venta bruta publicitaria y un resultado operativo que rondará los diez millones de euros negativos para todo el ejercicio, en el que los ingresos de explotación descenderán un 4,4% respecto al año anterior, hasta quedar en 2.125 millones, un 28,7% menos que en el 2007.
A pesar de todo, el presidente de la AEDE, Antonio Fernández Galiano, aseguró que «la crisis ha ocasionado daños graves a los diarios, especialmente dolorosos en materia de empleo. Si bien la mayor parte de las cabeceras han superado el brete, han enjugado las pérdidas y están en condiciones de pelear por la recuperación». Esta posición es posible gracias a que las empresas editoras han desarrollado «un gestión extremadamente rigurosa», con una reducción acumulada de los gastos de explotación de un 19,5% en los últimos tres años.
Para Fernández Galiano, la publicidad ha sido la principal causante de los retrocesos, pues en apenas tres años se ha comprimido un 44,5%, diez puntos porcentuales por encima del promedio de los medios de comunicación convencionales.
No todo son malas noticias, pues los lectores de prensa ascendieron durante el 2009 a 13,8 millones de personas, un incremento del 1,4% que sirve para acercarse al máximo de la última década, registrado en el 2004, cuando el número de lectores superó los 13,9 millones.
Al acto acudió el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien mostró su deseo de llegar a un acuerdo con los editores para suprimir los anuncios de contactos, porque es una publicidad que «no hace bien a nadie», según dijo.
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