Periodista y profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Un nuevo conflicto entre Televisa y MVS ha salido a la luz en estos días: la empresa de la familia Vargas acusa al consorcio de la dinastía Azcárraga de censurar una campaña publicitaria de Dish —el servicio de tv satelital de MVS— contratada para difundirse en los canales abiertos de Televisa. Ambas empresas habrían realizado un contrato publicitario para anunciar Dish —con la firma Media Planning como intermediaria— y MVS habría efectuado un adelanto de 10 millones de pesos; sin embargo, a punto de salir al aire, Televisa se habría negado a cumplir la pauta.
Servicio público
En respuesta a lo que consideró censura, MVS ha difundido durante esta semana, a través de sus frecuencias radiofónicas, el audio de los spots que no se difundieron en tv. “Televisa censuró esta campaña” se afirma en los spots.
¿Aparte de la acusación moral a Televisa por “censurar” y de una probable demanda legal contra esa empresa por incumplir un contrato, MVS cuenta con algún recurso jurídico para obligar al consorcio a que transmita la campaña publicitaria de Dish? Creo que no.
Si estuviéramos en la década de los cincuenta, cuando radio y televisión eran consideradas servicio público por la Ley de Vías Generales de Comunicación, MVS podría exigir que su publicidad se transmitiera; la única condición que existía en esa época era que el usuario del servicio público de radio o tv pagara la tarifa establecida y, en materia de contenidos, no violara los límites constitucionales a la libertad de expresión. Eso era todo: el prestador del servicio público de radio o tv tenía obligación de transmitir los mensajes.
Interés público
Pero precisamente porque el concepto de servicio público obligaba a concesionarios de radio y tv a transmitir mensajes con la sola condición de que el anunciante cumpliera con la tarifa establecida y no se apartara de los límites constitucionales, fue que esos empresarios promovieron que en la Ley Federal de Radio y Televisión, publicada en 1960, ambos medios dejaran de considerarse un servicio público y pasaran a ser “de interés público”. Así lo indica el artículo cuarto de la ley: “La radio y la televisión constituyen una actividad de interés público, por lo tanto el Estado deberá protegerla y vigilarla para el debido cumplimiento de su función social”.
Como radio y tv dejaron de ser un servicio público, las empresas concesionarias adquirieron libertad para decidir qué publicidad aceptan y cual no; la inserción de publicidad se regula por los acuerdos contractuales entre las partes, no por la ley de la materia. Si una empresa de radio y televisión no cumple con un contrato puede ser demandada. Pero si alguien acude a una empresa de radio o tv con la idea de contratar publicidad y el concesionario, por cualquier razón, no desea que el producto o servicio de esa empresa aparezca en su pantalla puede negarse a transmitir los mensajes.
Denuncia moral
En su nuevo conflicto con Televisa, MVS podrá exigir el cumplimiento del contrato o la devolución del anticipo que afirma haber entregado. En ese caso, probablemente, Televisa interpondrá amparos, en caso de que el fallo le fuera desfavorable, y el juicio se alargaría por tiempo indeterminado.
Seguramente, MVS continuará con la denuncia moral contra Televisa: no cumplió un contrato, censura, se niega a la competencia, discrimina porque ha transmitido publicidad de empresas que compiten contra sus filiales (por ejemplo el servicio de internet de Telmex, rival del de Cablevisión) y ahora no quiere difundir la publicidad de Dish, competidora de Sky. Efectivamente, podrá hacerlo, pero al margen de una eventual demanda por incumplimiento de contrato, no encontrará en la legislación de radio y tv una disposición que obligue a un concesionario (Televisa o el que sea) a transmitir una pauta publicitaria que éste no quiera incluir en su frecuencia.
¿La radio y la tv deberían volver a ser consideradas servicio público? Esa es una discusión que tendrá que darse en el Congreso de la Unión cuando de verdad se plantee una reforma a las leyes de la materia.
MICROONDA: Azteca supera a Televisa
Interesantes, sin duda, son los resultados de la encuesta realizada por Parametría sobre el nivel de conocimiento y la opinión que generan las televisoras y los periodistas que conducen sus principales espacios informativos. Según el estudio, Televisa es la empresa de tv más conocida en el país: 99 por ciento de los encuestados declaró “haber oído hablar” de Televisa, contra 98 por ciento que afirma conocer a Tv Azteca. Sin embargo, la televisora del Ajusco supera a Televisa en lo que se refiere a opinión favorable. Según la encuesta, 90 por ciento de las personas consultadas manifestó “opinión positiva” hacia Azteca, mientras que sólo 80 por ciento se expresó favorablemente con respecto a Televisa. La opinión negativa sobre la empresa que preside Ricardo Salinas fue de 7 por ciento, en tanto que la de Televisa fue de 14 por ciento.
Este artículo fue publicado en Milenio el 25 de noviembre de 2010, agradecemos al autor su autorización para publicarlo en nuestra página web.
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